Emotional Films

Un equipo de investigadores españoles ha creado un sistema de Inteligencia Artificial que adapta los guiones de películas a partir de los datos proporcionados por quienes miran la pantalla. Se trata de un proyecto de IA aplicado a la esfera del cine.

El proyecto lleva por nombre Emotional Films y está llevándose a cabo por el estudio español del mismo nombre y la Universidad Pública de Navarra. Hasta la fecha, ya se está trabajando en películas que cambian en tiempo real según las emociones de los espectadores.

La estructura del sistema está constituida por una red de 10 modelos de inteligencia artificial interconectados. Estos modelos generan y ajustan la película de tal modo que el contenido nunca se repite, incluso si un espectador la visualiza repetidas veces.

La iniciativa la creó un consorcio dirigido por Kakuru Sam, con la colaboración de la entidad tecnológica ADItech, la Universidad Pública de Navarra (UPNA), la Universidad de Navarra (UN) y el Centro de Recursos para la Equidad Educativa en Navarra (CREENA).

Dicho proyecto cuyas bases pretenden revolucionar el mundo del cine, se inició con el apoyo del Gobierno de Navarra como parte de la convocatoria de proyectos estratégicos de I+D. El proyecto, recién culminado, formó parte de la convocatoria de 2020 y recibió un presupuesto de 1.665.110,97 euros. Se enmarca en el reto IDEAS de la Estrategia de Especialización Inteligente S4 de Navarra.

Para lograr tal objetivo, los modelos se adiestran empleando imágenes de individuos exhibiendo una variedad de emociones. Esto da como resultado una base de datos imparcial y adaptable a cualquier persona.

Las películas “adaptadas” con IA funcionan de manera más efectiva cuando el espectador participa activamente. Los desarrolladores tienen acceso a información como la ubicación, edad, género, clima y momento del día del espectador para mejorar la experiencia.

Según los encargados del proyecto, esta interacción transparente ejerce un impacto significativo en la trama. Esto a pesar de que el espectador no esté plenamente consciente de ello. Sostienen que ver una película romántica el 14 de febrero difiere de hacerlo cualquier otro día y que verla solo es distinto a verla acompañado.

Los guionistas son responsables de la creación de los personajes, mientras que el sistema se encarga de los diálogos y las acciones. Esta tecnología no tiene la intención de reemplazar al cine tradicional, sino que ofrece una “perspectiva diferente para abordar la creación artística”, al proporcionar experiencias audiovisuales únicas e íntimas que antes eran inalcanzables.

Según Neil Chase Film, la IA ha permitido a los cineastas crear mundos visuales complejos que antes parecían inalcanzables. Ya no es necesario depender únicamente de sus recursos para lograr un nivel de realismo deseado. Con la IA, no solo se da vida a la visión creativa del cineasta, sino que también la calidad general de las imágenes aumenta significativamente más allá de lo que se creía posible con los métodos tradicionales de producción cinematográfica.

Además, desarrollos increíbles como la capacidad de rejuvenecer a los actores e implementar tecnologías deep fake también están haciendo posible traer digitalmente a los actores a diferentes etapas de sus vidas o incluso crear personajes que parecen realistas pero que no existen en la vida real.

Del mismo modo, desde su lanzamiento en 2017, la tecnología deep fake se ha utilizado para generar imágenes y videos sorprendentemente realistas. Usando la IA, los cineastas pueden ajustar los movimientos de la boca para que parezcan de otros idiomas; ya no se sacará a la audiencia de la historia por diálogos obviamente doblados.

Esto proporciona una experiencia visual mucho más inmersiva, permitiendo que mundos enteros cobren vida en la pantalla sin la incomodidad previamente asociada con las películas en otros idiomas.

Sin embargo, como ocurre con toda nueva tecnología, las posibilidades que ofrecen también dan lugar a problemas en los modelos de negocio para gestionar las mismas. Es el caso actual de la huelga de guionistas y actores de Hollywood, en pie de guerra contra las productoras, no por el uso en si mismo de la Inteligencia Artificial, sino poro el modelo que se pretende adoptar en su uso.