ESpaña Regulación AI

El Estatuto de la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial (AESIA) ha sido aprobado por el Gobierno de España en la reunión del Consejo de Ministros de este martes, convirtiendo así al país en un referente internacional en la regulación de la IA.

Esta reciente entidad se encuentra bajo la dependencia del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, a través de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial.

Mediante la creación de este organismo, España se convierte en el pionero dentro de Europa al establecer un cuerpo de esta naturaleza, adelantándose a la implementación del Reglamento Europeo de Inteligencia Artificial.

Se espera que la nueva regulación de la Unión Europea impondrá a los Estados miembros la responsabilidad de elegir una ‘autoridad nacional de supervisión’ que supervise la aplicación de las pautas relativas a la Inteligencia Artificial. España se ha adelantado a esta posibilidad y desde ahora ya cuenta con un organismo responsable en el área.

En la Agenda Digital 2026 se incluyen diversas estrategias, una de las cuales es la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial (ENIA), orientada a establecer un marco de referencia para el fomento de una IA inclusiva, sostenible y centrada en la ciudadanía.

Esta estrategia también forma parte del Componente 16, Reforma 1 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), que busca posicionar a España como líder en el ámbito de la IA.

El avance de la tecnología a nivel mundial es innegable. En el caso específico de España, la digitalización se considera una prioridad en la agenda gubernamental, lo cual se refleja claramente en la Agenda Digital 2026.

La creación de la AESIA demuestra la voluntad de España de abordar los desafíos éticos, sociales y legales que acompañan al avance rápido de la IA. La regulación efectiva de la IA es esencial para garantizar que su desarrollo y aplicación se alinean con los valores y derechos fundamentales de la sociedad.

La AESIA puede jugar un papel fundamental en la supervisión de cómo se desarrollan y utilizan las aplicaciones de IA. Además, evitará riesgos como el sesgo algorítmico, la invasión de la privacidad y el impacto en el empleo. Esto no solo impulsa la imagen internacional de España como un actor responsable en la tecnología. Además, también puede atraer inversiones y colaboraciones en el campo de la IA.