El restaurante financiado por NFTs de San Francisco cierra sus puertas
El motivo, el aumento de las tasas de criminalidad y las incertidumbres regulatorias, junto con los crecientes costes de construcción.
El proyecto de lanzar un restaurante basado en NFT en Salesforce Park, San Francisco, por parte del Grupo SHŌ, ha llegado a su fin oficialmente. A pesar de su ambiciosa visión y la recaudación de millones de dólares en membresías NFT, el proyecto se ha visto obligado a cerrar.
Joshua Sigel, cofundador del Grupo SHŌ, señaló que los crecientes costes de construcción y las dudas de los inversores sobre el futuro de San Francisco fueron factores determinantes en esta decisión. La Autoridad de Poderes Conjuntos de Transbay confirmó la terminación del contrato de arrendamiento con el Grupo SHŌ en julio.
El enfoque único del Grupo SHŌ en la financiación de su proyecto mediante la venta de paquetes de membresía NFT atrajo una atención significativa tanto de la comunidad criptográfica como de inversores tradicionales. Estos activos digitales ofrecían beneficios exclusivos a los miembros, como reservas prioritarias y elementos de menú especiales. A pesar de la fuerte demanda de membresías NFT, el proyecto se enfrentó a múltiples desafíos que finalmente llevaron a su abandono.
El aumento de las tasas de criminalidad y las incertidumbres regulatorias en San Francisco, junto con los crecientes costes de construcción, hicieron que los inversores potenciales se mostraran cada vez más preocupados por el futuro de la ciudad. Estas preocupaciones, combinadas, dificultaron la continuación del proyecto según lo planeado.
Este fracaso plantea preguntas sobre la viabilidad de utilizar la tecnología blockchain como fuente principal de financiación para empresas físicas. A pesar del éxito de los NFT en áreas como el arte digital y los bienes raíces virtuales, su aplicación en sectores tradicionales aún está en debate.
La finalización del proyecto también tiene implicaciones para la industria de restaurantes en San Francisco. La ciudad, conocida por su diversidad culinaria e innovación, habría sido el campo de pruebas para una nueva intersección entre tecnología y gastronomía. El fracaso del proyecto podría servir como advertencia para otros empresarios que buscan integrar la tecnología blockchain en modelos de negocios físicos.
